11-2-2013
Mientras tomo un café, doy un agradable paseo y ceno en San Cristóbal de las Casas, entre transporte y transporte, quiero aprovechar para reparar un olvido que me viene asaltando en esta hora de balances.
El blog es una opción compleja, tiene sus exigencias y sus gratificaciones, en ocasiones pienso que me ha espoleado a realizar un viaje un tanto acelerado y casi ininterrumpido en busca de la imagen o el material con que alimentar la crónica diaria, de alguna forma el blog ha tirado de mí, mitad brújula y mitad espuela. En el fondo, por otra parte no deja de tener también un cierto aroma de exhibicionismo, tendré que mirármelo.
Pero no es a eso a lo que iba, lo que había dejado en el tintero es más importante y se refiere a los comentarios de todos los que han tenido a bien hacerlos.
Como norma no he contestado los comentarios, excepto alguna pregunta concreta, pero eso no quiere decir ni mucho menos que no hayan sido importantes para mí, podéis creerme si os digo que uno de los momentos más agradables de estos días era cada vez que abría el correo y comprobaba la notificación de nuevos comentarios o la llegada de correos de quienes han preferido hacérmelos en privado.
Mi hermano Javier -mi único hermano- ha encabezado el ranking, conociendo su afición viajera estoy seguro que le he llenado la cabeza de posibles destinos y cada vez que me felicitaba por alguna foto me ponía la mar de contento, porque el verdadero fotógrafo de la familia es él.
Luego está el grupo de compañeros del club de lectura de NegrayCriminal, lo que empezaron siendo lecturas compartidas ha pasado a ser una amistad compartida y bastante entrañable y los abundantes comentarios de Imma, Montse, María y Ricard lo demuestran -57 comentarios entre los cuatro- también los menos frecuentes pero igualmente apreciados de Victoria, Hilma, Rosa y Carmen ¡Tengo unas ganas enormes de veros! Y también al resto de la tropa.
Quique, Natalia, Elena y Elvira y Gabi, familia dando ánimo y consejos y hasta alguna regañina bien merecida por olvidar recomendaciones.
Los amigos y compañeros de peripecias de una vida un tanto agitada, perdonad si no os nombro, pero el miedo a olvidar alguno me bloquea.
Y también Telma y Agell esa pareja de perros tan inteligentes que sólo les falta hablar, porque escribir ya han demostrado que saben hacerlo.
Y junto a la amistad mantenida en la distancia, la encontrada en estas tierras, con esta foto quiero recordar uno de los días más felices del viaje y algunas de las personas más entrañables que he encontrado.
Gracias a todos